Amor y
perdón II
En artículo
Amor y Perdón I, hablamos sobre las razones por las cuales a la humanidad le
cuesta tanto ceder en su orgullosa voluntad y lograr perdonar. En este artículo
les presentamos 5 claves para poder
perdonar. Todo depende de tu propia voluntad y de comprender algunos
mecanismos de tu alma.
Clave 1: No
esperes sentir para poder perdonar. Tienes mucha dicha si desde tu corazón surge,
como de forma espontánea, un deseo o una necesidad sentida de perdonar. Si así
fuere, ya no tienes ningún problema para hacerlo.
Sin embargo
lo que ocurre con más frecuencia es que no perdonas, puesto que en tu
corazón-mente-alma, existe de forma natural, una barrera defensiva al dolor y
al sufrimiento. Tú sabes en el fondo que perdonar va a doler y por eso no
deseas hacerlo. Es como la resistencia infantil a ponerse una inyección. Por
eso y con una actitud madura debes adelantarte a los beneficios que trae el
perdón y someterte al tratamiento.
Clave 2:
Todos merecen ser perdonados. No existe ningún fundamento para suponer que
alguna ofensa o mala acción por abominable que sea deba castigarse para siempre
por parte de nosotros los seres humanos. Sólo Dios puede castigar eternamente y
se ganó esa potestad por ser capaz de perdonar eternamente y además ser la
única fuente de amor incondicional. Dios es perfecto, nosotros no.
Quien no
perdona es realmente el portador de la peor parte del castigo; una vida de atadura,
tristeza, rabia, rencor, resentimiento y odio. Usted no merece llevar esa carga
por la acción de otra persona. Libere a su adversario y libérese usted también.
Clave 3:
Visualiza tu vida sin la carga del rencor. Aunque en ocasiones la dureza de corazón
nos lleva a pensar que no nos afecta la falta de perdón, e incluso hay personas
que llegan a creer que les favorece, esta idea es totalmente falsa. Siempre la
falta de perdón genera raíces amargura y estas tarde o temprano, dejarán ver
sus frutos al exterior.
Reconoce
primero que llevas una carga innecesaria y luego tómate un tiempo para hacer
conciencia de todo lo que podrías avanzar en el camino de tu felicidad si no la
llevases a cuestas. Tener un corazón sano nos permite disfrutar de la vida, de Dios
y sus bendiciones, de forma plena.
Clave 4: La
indiferencia no resuelve el problema. La inocente idea del niño que cierra los
ojos y cree que ha desaparecido, se ve reflejada en las personas que consideran
ignorar un problema para que simplemente se esfume. Los problemas no
desaparecen, hay que resolverlos.
También es
muy peligroso vivir con un rencor silenciado y latente, pues en cualquier
momento de la vida, que suele por cierto ser el menos propicio, surge como una
fiera hambrienta devorando, destruyendo y causando más heridas. Lo mejor
siempre será impedir que se desarrolle dentro de nosotros mismos.
Clave 5: El
que perdona es más poderoso. A diferencia de lo que el mundo enseña, existe un
extraordinario poder en la humildad. Dios es todopoderoso y se humilló hasta la
muerte.
Poner la
otra mejilla no es un acto de resignación a que otra persona nos pisotee. Es
una expresión de confianza en Dios. Mientras usted pueda defenderse e incluso
ofender, entonces Dios tiene muy poco que hacer en su vida. En cambio si usted
abandona la pelea en manos del Creador y es Él quien libra las batallas, su
adversario está en verdaderos problemas.
Si hubiese
más sabiduría en la tierra y los seres humanos tomáramos con más frecuencia la
acertada decisión de perdonar, nos habríamos ahorrado un sinfín de vidas
destruidas y horrores ocasionados por las guerras en todas las épocas.
Trae esta
revelación de amor y perdón a tu vida y prospera en felicidad, favor y gracia
de Dios. Una vez más, te bendigo y te invito a compartir tus impresiones sobre
este tema en los comentarios al blog y en nuestro foro ubicado en la zona
interactiva.
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