Los expertos en
psicología positiva, la llamada ciencia del bienestar, coinciden en que los
seres humanos percibimos las circunstancias de la vida siempre con un sesgo de negatividad, es decir somos
en general más pesimistas que optimistas, más apáticos que entusiastas o más
temerosos que valientes. Vivimos observando con más detenimiento los aspectos
negativos de todas las cosas mientras que lo bueno va quedando debajo de la
alfombra. Y aunque en la eterna batalla entre el bien y el mal, todos deseamos
un final feliz, pareciera que nos falla la fe y terminamos por estar de acuerdo
con expresiones como estas:
“Los pendejos son peligrosísimos,
porque son mayoría y escogen presidentes”
Facundo Cabral
"Y vio Jehová
que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal."
Génesis 6 : 5
“La vida es una
ininterrumpida e intermitente sucesión de problemas que sólo se agotan con la
muerte.”
Ingmar Bergman
Y es que realmente es
difícil pensar en un mundo positivo cuando las cosas palpablemente no son
esperanzadoras. Lo malo de este tipo de percepciones y pensamientos es que pueden
convertirse realmente en una exteriorización de lo que pensamos de nosotros
mismos. De esta manera comenzamos a fijarnos y a acentuar más nuestros defectos
que nuestras virtudes y nos limitamos al logro de objetivos y metas por falta
de confianza. Podemos reconocer externamente las causas que nos impiden hacer
lo que será bueno para nuestras vidas, pero en el fondo sabemos que somos los
verdaderos responsables y entonces nos decepcionamos de nosotros mismos, nos
quitamos valor y nos apreciamos menos.
Somos tan pesimistas
que siempre pensamos más en lo que nos falta, que en lo que tenemos. Y con la
percepción tan inclinada hacia el lado negativo de la balanza que los
estudiosos de la conducta y la mente humana afirman que el sentimiento
ocasionado por una experiencia desfavorable en la vida tiene el triple del peso
que las experiencias positivas. De allí la causa de la existencia de un vacío
en el corazón de las personas, que parece no tener forma de llenarse.
Es importante
entonces hacer un verdadero y honesto ejercicio reflexivo diario sobre nuestras
habilidades, virtudes y fortalezas. Esto nos permitirá conocernos mejor cada
día, pero además tener presentes en nuestra mente y nuestro corazón, todo el tiempo
las razones por las cuales podemos librar batallas y salir victoriosos. Es
realmente gratificante y una fuente comprobada de bienestar el hecho de saber
que contamos con una virtud que no se quebrará o desaparecerá al momento de la
prueba, pues nos pertenece y nadie nos la puede robar, ni mucho menos
desconocer. Como dicen en mi tierra “Nadie me quita lo bailao”.
Revisa tus virtudes
utilizando el método de tu preferencia. Yo te invito a seguir el procedimiento
que ofrece la teoría del bienestar de la psicología positiva, pues ellos han
clasificado las virtudes y las fortalezas humanas luego de muchos estudios y
análisis de la conducta. De esta manera hoy ofrecen una especie de guía de
observación para apreciar nuestras virtudes, pero con una orientación clara de
lo que debemos buscar en nosotros mismos.
Estas virtudes, con
sus respectivas fortalezas son las siguientes:
Virtudes
|
Fortalezas
asociadas a cada virtud
|
Sabiduría y conocimiento
|
Creatividad
(Originalidad e ingenio)
Curiosidad
(Interés por el mundo)
Apertura
mental
Amor por el
aprendizaje
Perspectiva
(proyección de tu sabiduría)
|
Coraje
|
Valentía
Perseverancia
Integridad
Vitalidad
|
Humanidad
|
Amor
Amabilidad
Inteligencia
social
|
Justicia
|
Ciudadanía
Sentido de la
justicia
Liderazgo
|
Moderación
|
Capacidad de
perdonar
Modestia /
humildad
Prudencia
Autocontrol
|
Trascendencia
|
Apreciación de
la belleza
Gratitud
Esperanza
Sentido del
humor
Espiritualidad
|
Para el final voy a
dejarte algunas frases que te invitarán a pensar en positivo sobre ti mismo y
tu vida. Consérvalas en tu corazón y repítelas con placer durante el día:
“Tienes un cerebro como Einstein,
tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una
voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda.
Entonces, ¡cómo puedes sentirte pobre y desdichado!”
Facundo Cabral
“El pensamiento positivo es la
idea de que si usted piensa buenos pensamientos, las cosas van a salir bien. El
optimismo es la sensación de pensar que las cosas van a estar bien y va a tener
esperanzas.”
Martin Seligman
"Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón inteligencia."
Salmos 49 : 3
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